Escribimos hoy principalmente
aquellos que nos leen desde sus casas, sus trabajos.
Personas que viajan de otras maneras, muchas veces más profundas...
"que viajan sin viajar"
simplemente cerrando los ojos y dejandose llevar por sus más sinceros pensamientos, haciendo lo que les gusta, lo que les alimenta el alma, ayudando a otros, escuchando con atención las necesidades de un desconocido, poniéndose en el lugar de los que tuvieron diferentes oportunidades. Siendo más respetuosos con las elecciones de cada quien.
Porque hay tantas maneras de vivir esta vida... pescadores, zapateros, empresarios, inventores, comerciantes, artistas, viajeros... en la montaña, en el mar, en el desierto, en islas, en ciudades, en casas grandes o casas chiquitas, con hijos, sin hijos. Tantas opciones, tanto por elegir.
Siento absurdo aquel que se queja, por su auto, su casa, su trabajo, su país. Y se olvida que entre queja y queja se le pasan las horas, la vida, las posibilidades de cambiar algo. La posibilidad de difrutar lo poco o lo mucho que ha logrado tener.
Sigamos sumando personas que hacen un hermoso viaje
también de sus vidas cotidianas.
Una de las cosas quizas más importantes y complejas de logar.
Una de las cosas quizas más importantes y complejas de logar.
Personas que están llenitos de caminos internos recorridos!
Desde esta corta o larga elección que llevamos adelante hace ya más de dos años, desde la humilde perspectiva que nos ha dado el vivir el viaje de la vida andando sobre ruedas, quisieramos simplemente dejarles algunas experiencias que podrían ayudarnos a entender que cuando los deseos son grandes, sea lo que sea que uno busque, son posible de lograr...
Algunas veces nos hemos preguntado si estabamos haciendo las cosas bien, si estabamos viviendo este tiempo como un momento único en nuestras vidas. Nos sorprendimos en más de una oportunidad viendo que nosotros mismos frenabamos el difrutar de esa libertad, la libertad de viajar sin tiempo, sin planes, sin nada... atrapandonos dentro de estructuras propias que terminaban condicionandonos como antes nos condicionaban otras cosas.
Hubo momentos en que nos sentimos apurados, por alguna extraña razon que aun desconozco, sucede que revolotea en la mente todo lo recorrido... y todo lo que queda por recorrer, el bolsillo desinflado, los cuerpos un poco flacos y cansados de un tiempo de muchas incomodidades.
Y es que no todo ha sido de colores y fantasioso en este viaje, no todos los días me he sentido feliz, con ganas de llegar a la montaña más alta o al increíble volcán que había para conocer cerca de esa ciudad, hubo días en que sólo quise quedarme quieta, en que sentí sublime la protección de un techo, donde una mesa y una silla cobraban un sentido exagerado en mi vida. Entonces hablamos entre los dos acerca de la cotidianeidad del viaje mismo. Y a cerca de entender que la chispita de la vida puede aun apagarse recorriendo montañas y ríos de cada rincón del mundo. Hoy por hoy sigue siendo una tarea de todos los días mantener viva esa luz de la vida.
En el caso particular de esta vida sobre ruedas, aun en esos momentos, cuando estamos bajo ese ansiado techo, con puerta y ventanas, he vuelto a renovar mis cansadas ganas, he deseado profundamente subirme al auto, escuchar su motor, mirarte, mirar un camino sin fin y sentir la adrenalina de estar en marcha nuevamente. Creo casi entender que de eso se trata la existencia, levantarse y renovarse con más fuerzas cada vez.
En el caso particular de esta vida sobre ruedas, aun en esos momentos, cuando estamos bajo ese ansiado techo, con puerta y ventanas, he vuelto a renovar mis cansadas ganas, he deseado profundamente subirme al auto, escuchar su motor, mirarte, mirar un camino sin fin y sentir la adrenalina de estar en marcha nuevamente. Creo casi entender que de eso se trata la existencia, levantarse y renovarse con más fuerzas cada vez.
Llegamos a Portland pensando que sería una ciudad de paso, en dos días mas cruzaríamos hacia Canadá. Por el poco tiempo que nos queda de visa. Pero empezamos a sentir en medio de la ruta una vibración extraña en el auto. Mejor chiquitos que grandes problemas!... así que mejor frenar.
Era domingo, al otro día empezaríamos con la búsqueda de un mecánico para el auto. Con lo que implica hacerlo sin conocer a nadie y sin dominar el idioma!
Era domingo, al otro día empezaríamos con la búsqueda de un mecánico para el auto. Con lo que implica hacerlo sin conocer a nadie y sin dominar el idioma!
Los walmart, no son una buena opción para encontrar comida sana, pero su estacionamiento funciona muy bien en las noches viajeras dentro de las grandes ciudades. Llegamos a uno de estos enormes templos donde se hace culto al zarpado consumismo. En EEUU 9 de cada 10 de estos supermercados abren las 24hs. El tema es que este era exactamente aquel solito que no lo hacía.
–Donde vamos ahora?
Era de noche y lloviznaba, como casi siempre en esta ciudad. Buen momento para frenar la ansiedad y esperar una vez más que el universo conspire haciendo que una lucecita aparezca...
Guille bajó el vidrio respondiendo al saludo de un chico que pasaba cerca del auto: Brynden. Quien al acercarse entendió que necesitabamos ayuda.
-No conozco ningún mecánico, pero pueden seguirme y quedarse en mi casa esta noche... mañana buscamos a alguien. A los 15 minutos, estábamos sentados conversando a cerca de un viaje de Brynden a Argentina hace unos años, con Gabi, su novia... nosotros seguíamos shockeados por el transcurrir de los hechos.
Portland se predispuso a ser una ciudad especial en este recorrido.
Brynden nos invitó a participar de un video clip donde el trabajaría en la mañana siguiente. Perderíamos un día para arreglar el auto, pero era una linda oportunidad de estar en un ambiente diferente que no quisimos perder.
Conocimos a mucha gente en esas 12 hs de filmación y la cadena de amigos siguió agrandándose, cada uno ocupando un lugar particular…
Al otro día a traves de alguno de los eslabones apareció Garth, el mecánico. Quien con toda su paciencia, intentó disminuir la rapidez de sus palabras para que casemos algo. Según lo que entendimos teníamos varios días de espera para solucionar el temita de la vibración.
Al otro día a traves de alguno de los eslabones apareció Garth, el mecánico. Quien con toda su paciencia, intentó disminuir la rapidez de sus palabras para que casemos algo. Según lo que entendimos teníamos varios días de espera para solucionar el temita de la vibración.
Acá van imágenes de esta linda ciudad y de la gente que hemos conocido en estos días.
"March Fourth" ayudando a la cultura alternativa de este país!
Todos los miércoles en una universidad hay un espacio donde la gente va a hacer malabares, algunos se perfeccionan porque es su trabajo, muchos otros lo hacen como hobby.
David! un muy buen artista que conocimos en la filmación del video. Cuando nos presentamos nos dijo riéndose: "Tengo a un malabarista Argentino en mi casa. Tengo un cuarto disponible si necesitan."
Y acá estamos todos! con Manuel que dice -Presente! Lisa, David y Collin de picnik en el patio de la casa.
Portland... la ciudad de las flores!
Puente de Fremont, uno de los que cruza el río que divide la ciudad en este y oeste. Tiene dos pisos con cuatro carriles cada uno, el de arriba va en un sentido y el de abajo hacia el otro.
Garth el mecánico dice... -Y si! mejor cambiamos también los frenos!
Brynden nos invitó a conocer Multnomah Waterfalls unas cascadas cerca de la ciudad. Todo era increiblemente verde!
Noah (parte de la linda cadena de amigos) nos invitó al teatro...
Un poco del centro de la ciudad!
Flores...
Y más flores!
Llamativo adorno en la vereda de un barrio de la ciudad.
Y más y más hermosas flores!
David nos prestó la bici doble para conocer el barrio.
Simpático no?!!!
Ya habíamos conocido en otras ciudades lugares donde uno puede comprar "cosas de segunda", generalmente ropa, electrodomesticos y miles de cosas que jamas comprarias o te preguntas: "para que corno servirá ésto!?" a muy bajo costo. Donde además logramos vestirnos y cambiar nuestros gastados atuendos por muy pocos dólares...
Este lugar en particular, es donde llevan todo lo que no pudo venderse en otros locales bastante mas ordenados y aca lo venden por peso... 3 dolares el kilo mas o menos...
Pero para nuestra sorpresa apareció otro lugar donde había; picaportes, puertas, bisagras, lámparas... de todo tipo de cachimbolo que te imagines! quizas el último y más zarpado escalon del capitalismo!
Portland es conocida por ser una ciudad especial dentro de la nación. Hay muchos lugares creativos para conocer, muchos teatros, artistas... la llaman también la ciudad de las bicicletas!
Desde aca nos despedimos hasta la próxima!
Abrazos con locura del alma!!!